Y eso incomoda a las personas que no conocen a Jesús, y es por esa razón que nos persiguen. Y por tener a Jesús en nuestro corazón no debemos responder a las ofensas, por el contrario, quien nos persigue no está bien, y necesita de nuestra ayuda. En lugar de criticarlo, podemos orar.
Texto de referencia…
Quien le persigue, no está bien
Aquellos que le persiguen son justamente los que no están bien. Generalmente esas personas viven mal en casa y son infelices. Cuando perciben que usted es feliz, ellas se sienten atacadas, porque es como si, ya que ellas no son felices, nadie más puede ser. Ellas no piensan para actuar así, es una reacción de las emociones.
Ellas sienten como si estuviesen siendo atacadas, por eso atacan. En el fondo, son vacías e infelices. No merecen su rabia. Ellas son usadas por el mal para dejarle triste, pero usted puede luchar contra eso orando por ellas y tratándolas bien. No tenga vergüenza de su fe. No tenga miedo de asumir quien usted es. Dios libró a Daniel de la cueva de leones. Su escuela, su colonia y su familia no son peores que un agujero lleno de leones hambrientos, no cree? El coraje de Daniel no venía de su falta de miedo, pero sí, de su confianza en Dios.
Se acuerdan que el mes pasado dijimos que Dios está en todos los lugares, sabe de todas las cosas y tiene todo el poder?
Y se acuerda que dijimos, que cuando tenemos un pacto con Él, tenemos ese Dios Todo-Poderoso de nuestro lado y que necesitamos buscar nacer de nuevo para transformar nuestro corazón y tener nuestra voluntades parecidas con las voluntades de Él?
Pues es justamente eso que hace que tengamos esa confianza profunda en Dios, capaz de hacernos enfrentar cualquier dificultad con mucho coraje.
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