domingo, 13 de octubre de 2013

20° DIA DEL AYUNO DE DANIEL

0



Mi Hijo amado
Solo el Espíritu de Dios tiene autoridad para testificar quiénes son Sus hijos.
Ninguna religión o ser humano es capaz de eso.

Solamente quien los generó reconoce a los hijos.
Es lo que sucedió en el Monte Hermón.

Solo el Dios Padre, a través del Espíritu, glorifica, reconoce, testifica, testimonia, confirma a quien Él generó.

Esa es la razón de la alegría indescriptible cuando se nace del Espíritu.
La paz del Espíritu de la Paz es la primera señal.
Porque las acusaciones pecaminosas son borradas.
La persona se siente limpia, pura, lavada interiormente.
Otra señal del Espíritu que acompaña a la paz es la alegría.
No es una alegría común, un placer momentáneo o algo parecido.
Esa alegría no tiene nada que ver con las de este mundo.

Al contrario, es una alegría inexplicable, un gozo singular, y solo quien lo experimenta sabe lo que es, pero no sabe explicarlo.

Por eso se llora de alegría y se ríe hasta llorar.

¡Ah! ¡Qué día!...

¡Ah! ¡Qué momentos tan sublimes!

El Hijo fue honrado por el Padre antes de ser humillado por el mundo.
Ahora, a través de Jesús, el Padre honra a los demás hijos que van siendo generados por el Espíritu Santo. 

La nobleza de la paz y de la alegría desprecia a todos los valores de este mundo.
¡Realmente a todos! ¡100%!

El placer de ser llamado hijo por el Padre compensa cualquier tribulación.
Por eso, el apóstol afirma:
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de Ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 8:35-39

Verdadera locura de la fe.
Probablemente muchos no entenderán al leer este texto…
Solo quien ya vivió tal experiencia sabe valorar lo que significa ser hijo de Dios.
Este es Mi Hijo amado; a Él oíd. Lucas 9:35

viernes, 11 de octubre de 2013

¡Una semilla que mañana dará sus frutos!

0





Nombre: Cindy Romero
EBI: Progreso

"Mi nombre es Cindy Romero y comencé a participar en las reuniones de la escuelita cuando tenía 3 años, en la época me llamaba mucho la atención las historias bíblicas y la forma en que las Educadoras las contaban, fui creciendo y el interés aumento, pero había un interés muy especial en las educadoras, las miraba y soñaba en ser como ellas, en hacer lo que ellas hacían. 

Hoy después de 16 años sigo firme en la Escuelita pero con el sueño cumplido. Hoy soy una de las educadoras de la Escuelita Biblia de la Iglesia de El  Progreso, y mi alegría es poder enseñar la Palabra de Dios a los más pequeños, me cautiva ver en sus rostros el interés y el asombro por las historias que les cuento, y lo que más me da satisfacción es que estoy contribuyendo con el futuro de esos niños, estoy colocando una semillita que mañana dará sus frutos y todo lo que les enseño hoy, no lo olvidaran jamás, como dice la Palabra de Dios " instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartara de Él." (Proverbios 22:6)."

¡Hago todo por los niños con amor y cariño!

0




Nombre: Ingrid Rosibel Romero
EBI: Villa Nueva

"Empecé a asistir a la EBI desde los 6 años de edad, al principio tenía un comportamiento rebelde con mis padres y en otros lugares. Hablaba malas palabras era muy rebelde con mi mamá y todo eso me afectaba, ese mal carácter también vino a afectar en lo que fue en mis notas de la escuela. 

Durante las clases de la EBI yo aprendí a obedecer no solo a mi mamá sino también a Dios y este mismo Dios me transformó en una niña diferente. Ya no era desobediente, ni rebelde, empecé a portarme muy bien tanto en la EBI como en mi casa y escuela. De esa manera fui creciendo y al ver las buenas actitudes, dedicación y cariño que tenía la Educadora para dar la clase, todo aquello me llamó mucho la atención, fui más perseverante; no faltaba ni un Domingo en la Escuelita Bíblica así yo fui bendecida. 
Hoy yo soy una Educadora de la EBI y todo lo que un día hicieron por mi yo hago por cada niño con todo mi cariño y dedicación porque sé que así como fui bendecida ellos también lo serán."

18° DIA DEL AYUNO DE DANIEL

0



¿Usted dice que cree o cree realmente?
¿De qué sirve decir que se cree y no creer realmente?
La mayoría no tiene idea de la diferencia entre decir que se cree y creer realmente.
¿Cuántos han sido engañados por decir que creen en la Biblia y no haber creído realmente en ella?

¿… y por haber dicho creer en Jesús y no haber creído de verdad en Él?
Decir que se cree y creer suenan casi como lo mismo en el lenguaje actual,
Pero en los escritos originales del N. Testamento, el griego, el verbo creer significa mucho más.

Cuando uno dice que cree es como dar un voto de crédito durante algún tiempo;
Creer realmente es como dar un voto de crédito durante todo el tiempo, independientemente de las circunstancias.

Decir que creemos es como estar de novio sin compromisos.
Creer de verdad es casarse sin derecho al divorcio.

En términos bíblicos, creer involucra dedicación total de la vida a la persona en la que se cree;
Significa honrar la palabra empeñada en el compromiso asumido en el Altar hasta la muerte.

En los comentarios de mi blog he notado que muchas personas han dicho creer en Jesús.

Pero no han creído realmente en Él.
Están más preocupadas en recibir que en dar;
Recibir el Espíritu Santo, recibir paz, recibir alegría, hablar en lenguas extrañas, recibir una nueva vida, recibir, recibir y recibir...

Lo mismo se da en relación al matrimonio: existe más deseo de ser feliz que de hacer feliz al otro.

A causa de decir que se cree y no creer realmente uno en el otro, muchos matrimonios han sido un verdadero infierno;
Un infierno también ha sido la vida de muchos cristianos falsos;
¿De qué sirve tener fe para conquistar las riquezas del mundo y no tener fe para creer (entregarle) la vida al Señor Jesús?

El diablo aprovecha, se divierte en la vida de los falsos porque usan su mentira, engaño e hipocresía.

Quieren una nueva vida, pero no quieren renunciar a la vieja;
Quieren primero recibir, pero no quieren primero dar;
Quieren cosechar, pero no quieren sembrar.

¡No hay otra manera! Mientras que tales "cristianos" no aprendan a dar, sacrificar y entregarse, jamás aprenderán a recibir.

Si no tienen fe para creer de verdad y obedecer a través del sacrificio de la propia vida, ¿cómo la tendrán para recibir la salvación?

El Señor Jesús fue bien claro:
Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba. El que cree en Mí, , como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Juan 7:37-38

La sed espiritual es caracterizada por el vacío en el alma. Para ser saciada tiene que ir a Jesús y rendirse a Él 100%.

Cuando esa condición es satisfecha, la persona reciba en ese momento el bautismo con el Espíritu Santo.

Creer en Jesús exige renuncia total de la vida.
Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Lucas 9:23

No significa que va a dejar las obligaciones de lado y va a vivir en la iglesia. Sino que la voluntad del Señor Jesús sea prioridad en todo en su vida. Primero que los familiares, que los seres queridos, que su propia vida, que su reputación, que su nombre, en fin, Él tiene que ser el Centro de sus atenciones.

¿Qué tipo de relación ha tenido usted con Él?
¿Ha dicho creer en Él o ha creído realmente?

No sirve intentar engañarlo, porque Él conoce bien su interior.

Sabe si usted solo quiere estar de novio, coquetear, pasar el rato o ser amante;
Pero conoce también a los que quieren un compromiso por toda la eternidad.
¡Que el Señor Jesús sea glorificado en su vida!

17° DIA DEL AYUNO DE DANIEL

0



El ejercicio del Perdón
Nadie puede recibir el bautismo con el Espíritu Santo si tiene resentimientos contra alguien.

El perdón de Dios depende de nuestro perdón.

Es un mandamiento de Jesús:
Porque, si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
mas si, no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonarávuestras ofensas.
Mateo 6:14-15

Pero, ¿cómo perdonar si no siento ganas, si no logro olvidar el mal que me hicieron?
¿Cómo puedo obligar a mi corazón a perdonar?
No puede. Nadie logra controlar los impulsos del corazón.
Él es rebelde contra Dios, ¡cuánto más con nosotros!
¿Cómo obedecer entonces al Señor Jesús y perdonar?
El corazón puede ser lo que sea, pero jamás controla la razón cuando la persona es decidida.

Use su intelecto y ore por ella. Mencione su nombre delante de Dios, pídale que la bendiga y cosas de ese tipo...

Aunque el corazón grite, patalee y sienta odio, lo importante es que usted use la razón, el intelecto y OBEDEZCA a la palabra de Jesús y pronuncie palabras de bendiciones para la otra persona.

Es obvio que el Espíritu Santo, mediante ese esfuerzo de fe, eliminará instantáneamente los sentimientos del corazón.

Usted se libera del cáncer del alma, recibe el perdón de Dios y el bautismo con el Espíritu Santo.