jueves, 15 de mayo de 2014

UNIDAD 3 - Fabio, el niño vengativo

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Referencia Bíblica
Mateo 5:38-42, Lucas 6:27-28

Objetivo de la Lección
Enseñar a los niños que Dios no se agrada de la venganza por eso debemos siempre perdonar.

Versículo para memorizar
“No seas vengativo; confíe en Dios, el Señor, y Él hará justicia por usted.” (Proverbios 20:22)

INTRODUCCIÓN
Comience preguntando: ¿qué es lo que harías si tu compañero rompiese tu juguete preferido? (espere respuestas). Vengarse, sería lo correcto? Hoy voy a contarles una historia de un niño que pasó por una situación parecida, veamos si ¿tomó la actitud cierta? 

FABIO, EL NIÑO VENGATIVO
Había una vez un niño muy inteligente, llamado Fabio. Le gustaba mucho ir a la EBI, pero en la salita no prestaba atención en nada y aún quitaba la atención de sus otros amiguitos. A Él también le gustaba jugar en el frente de su casa. 
Cierto día la mamá le regaló un autito muy lindo de color verde, quedó tan contento que fue enseguida a mostrárselo a sus compañeritos. Paulito, uno de ellos quedó muy triste al ver el autito en sus manos, pues el tenía solo uno medio viejito que su vecina le había regalado. Pobre Paulito! El sintió envidia del amiguito porque no conocía a Jesús. Nosotros que conocemos a Jesús nunca tenemos que tener envidia de los otros. 

Un día, su mamá preparó un almuerzo súper especial e invitó a todos sus amiguitos. Ellos quedaron muy felices porque iban a comer torta, galletas y gaseosa. Hum! que delicia…de repente a Fabio se le ocurrió jugar a las carreras de autitos; les prestó uno de los suyos a todos, menos a Paulito porque había llevado el suyo. Ellos empezaron la carrera y en la primer partida Paulito quedó enojado porque su autito llegó último. Muy enojado agarró el auto de Fabio y lo tiró al piso tan pero tan fuerte que lo destruyó. Par vengarse Fabio agarró el autito de él y también hizo lo mismo. ¡Ahhh niños! Todo se tornó un lío. 

Paulito empezó a llorar y la madre de Fabio fue a ver qué era lo que estaba pasando. Después de conocer la situación, ella habló con su hijo y le dijo que había reaccionado de una forma equivocada, pues el conocía a Jesús y sabia que no podía ser vengativo. Por otro lado Paulito no conocía a Jesús y por eso no sabía que era correcto. 
En el mismo momento Fabio quedó muy avergonzado y decidió pedir perdón. Los dos se abrazaron y volvieron a quedar felices nuevamente. 

CONCLUSIÓN
En aquel día, Fabio aprendió dos grandes lecciones: él necesitaba prestar más atención en las clases de la EBI, para así aprender más de la Palabra de Dios y nunca, nunca, vengarse de nadie, pues eso no agrada a Dios. ¿Entendieron niños? 

CHARLA DIVERTIDA
Educadora lleve a la salita un radio con CD´S de músicas infantiles bien animadas y el cartel de la semana.
Elija dos niños y pídales que vayan al frente de la sala. Coloque a uno enfrente del otro, después diga para el resto: vos (uno de ellos) haga varios gestos y vos (el otro niño) debe imitarlo en todo. Coloque la música y que comience el juego. 

Haga lo mismo con todos los niños. Cuando termine pregúnteles si a ellos les gusta que los estén imitando todo el tiempo? (espere respuestas) nosotros que conocemos a Jesús, tenemos que ser diferentes en nuestra manera de actuar. Si alguien pisa nuestro pie debemos ignorarlo y no devolver lo que me hicieron. Porque si así hacemos estaremos siendo vengativos.

Miren lo que nos enseña el versículo de la semana (muéstrelo). Aproveche el momento y aplique una de las técnicas de memorización que está en el manual “tía en acción”. Refuerce y dígales que Jesús no se agrada de la venganza. El dice que oremos y perdonemos a aquellos que nos persiguen. Haga un propósito de oración con los niños toda la semana para no ser vengativos.





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