jueves, 15 de mayo de 2014

UNIDAD 1 - La Historia de la Semillita

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Referencia Bíblica
Mateo 4:26-29

Objetivo de la Lección
Enseñar a los niños que somos como las semillitas, crecemos en la presencia de Dios.

Versículo para memorizar
“…continúen creciendo en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y salvador Jesucristo.” (2 Pedro 3:18)

INTRODUCCIÓN
Lleve para la salita la imagen de un hombre plantando una semilla. Comience mostrando y preguntando para los niños: ¿alguno de ustedes ya visitó una plantación o plantó alguna cosa? (deje que respondan). Cuando plantamos una semilla, sin ni siquiera esperar, ella comienza a nacer en la tierra, ¿no es cierto? Dormimos, despertamos y cuando la vamos a ver.... tcham! ahí está el pedacito de plantita que empieza a brotar. Interesante, ¿no? Hablando de semillas, me acorde de una historia muy interesante que Jesús conto.  Yo voy a contar para ustedes, ¿quieren oírla?

LA HISTORIA DE LA SEMILLA
En todos los lugares que Jesús pasaba, una multitud lo seguía. Entonces el aprovechaba y enseñaba respecto de muchas cosas, inclusive del Reino de los cielos. Un día El, lo comparó con un hombre que plantó una semilla en la tierra y el tiempo fue pasando, pasando y la semilla fue brotando, pero el hombre no sabía cómo es que eso estaba pasaba. Lo único que él sabía es que la tierra estaba ayudando a la semilla a desarrollarse. 

Es interesante, ¿no? La semillita va creciendo, se va desenvolviendo y ni vemos como todo pasa, lo único que conseguimos ver es que cuando nosotros plantamos un grano de choclo, primero nace la planta, enseguida las espigas y por último las semillas en las espigas. Y cuando las espigas están llenas de granos, ahí sabemos que están en la época de la cosecha. A través de este ejemplo, Jesús quiere enseñarnos que, cuando llegamos en la iglesia, oímos la palabra de Dios y comenzamos a hacer lo que nos enseñan, comenzamos a dejar la desobediencia, la mentira, las malas palabras y todo lo que entristece a Dios. Sin darnos cuenta empezamos a orar, ser obedientes y agradar a Dios. Y no es así ¿que acontece con la semilla? Ella cae en la tierra y es recibida por ella como una madre, así como la iglesia nos recibe. Hablando de mamá, ustedes sabían que lo mismo acontece con nosotros en la panza? Exactamente! Antes de nacer, somos como una semilla en la panza de mamá. A través de ella recibimos el cariño, el amor y todas las vitaminas necesarias para que podamos desarrollarnos con mucha salud. En la medida que recibimos las vitaminas, nuestro cuerpito se va formando, formando hasta llegar la hora de nacer. 

CONCLUSIÓN
La tierra es importante para la semilla, así como la iglesia es importante para nosotras, pues es a través de esta madre espiritual que aprendemos sobre Dios y nos transformamos en lindos árboles llenos de frutos. Y no se olviden, amar mucho a su mamá, sea ella la que lo trajo al mundo o apenas la que lo cría, pues es ella que cuida de ustedes con mucho cariño y amor. 

CHARLA DIVERTIDA
Lleve para la salita ilustraciones de mujeres embarazadas en diferentes fases de gestación y pedazos de papel para que los niños escriban. 

Muestre la figura en el inicio del embarazo. Ella está embarazada pero el bebé esta pequeño dentro de ella. Ahora está desarrollándose (muestre la figura de la mujer en la mitad del embarazo). Ahora que piensan? (espere sus respuestas y muéstreles la figura de la mujer en el final del embarazo). Esta foto muestra la última fase, cuando el bebé esta por nacer. Así como el se va desarrollando en el vientre de la madre, nosotros también debemos crecer y desenvolvernos en la iglesia. 
No podemos llegar a la iglesia llenos de maldición, de desobediencia, mentiras y continuar de la misma forma. Tal vez usted se está preguntando: tía, ¿qué es crecer con Dios? ¿Es crecer de tamaño? Crecer con Dios es practicar lo que la biblia nos enseña. Cuando usted consigue dejar de hacer las cosas erradas, usted estaba creciendo con Dios (muestre el versículo de la semana) así como dice este versículo. 
Nosotros necesitamos crecer como una semilla en la casa de Dios, pero para eso es preciso dedicarse, aprender los versículos de la semana, leer la biblia en casa con papá y mamá ¿Quién aquí practicaba cosas erradas y ahora no las práctica más?  (Deje que ellos cuenten sus experiencias). 

Distribuya los papeles cortados y pida para que ellos escriban las cosas erradas que están haciendo y desean dejar de hacerlas. Marque con ellas un propósito de oración durante la semana. Todas deberán estar orando con el pedido en las manos al despertar, a la hora de almuerzo, y al dormir. Auxilie a los niños que aún no son alfabetizados y no se olvide, pasados los días de preguntar las bendiciones del propósito.





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