En el antiguo Egipto, los egipcios eran especialistas en la fabricación
de jarros, cuando uno estaba estrellado le ponían cera en la grieta, y
lo reparaban tan perfectamente, que las personas que no entendían de
jarros no serían capaces de ver la diferencia entre un jarro con cera y
uno sin cera.
Las personas que no conocían las peculiaridades de un jarro eran
engañadas, pero quienes entendían sobre el asunto, sabiendo que el jarro
podría tener cera, pedían: yo quiero un jarro sin cera. Con el tiempo
la expresión " sin cera" se convirtió en la palabra sincera.
El significado de la palabra sincera para nosotros representa lo
que es verdadero, leal, que expresa lo que siente, lo que piensa, que
muestra lo que esta en su corazón.
Debemos ser como los jarros sin cera que no esconden nada, transparentes
en nuestros pensamientos y sentimientos los cuales deben ser puros y de
agradables, de acuerdo a la voluntad de Dios.
Debemos ser jarros llenos de verdad y del amor del Señor que se revela a través de nosotras.
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