Cuando tememos a Dios, queremos
agradarlo y no vivir de apariencia. Hay quien en casa con los padres tiene una
forma de comportarse y cuando están lejos se tornan otras personas, eso no es
temer, eso es tener miedo, obedeciendo cuando lo están mirando para no ser
castigado, pero del Señor que todo lo ve, quién se podrá esconder.
El es misericordioso y siempre que
piden su ayuda extiende sus manos, mismo habiendo sido un hijo desobediente, si
usted quiere cambiar Dios lo ayudará, y para el que lo teme y lo obedece muchas
bendiciones lo acompañarán. (Deuteronomio 28)
"con corazón sincero, en plena
certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y
nuestro cuerpo lavado con agua pura." hebreos 10:22
estaremos hablando de la sinceridad y
obediencia :
Cuanto mayor la sinceridad, más pura
es la fe.
Por otro lado, cuanto mayor es la
falta de sinceridad, mas impura es la fe.
A contramano de este mundo, la fe no
es medida por el comportamiento religioso.
La parábola del fariseo y el
publicano que lo diga. Lucas 18:10-14.
El sincero rasga el alma, juega
limpio, no disfraza y no esconde su real intención. El es lo que es. Sí, sí;
no, no. Posición bien definida delante de los seres humanos y de Dios.
Por falta de ese comportamiento
ético, la mayoría de los supuestos cristianos no vive la fe pura. La falta de
sinceridad de ellos enciende la llama de la duda. Y, en consecuencia, no hay
conquista.
En vez de decir: “No sé por qué mi
vida no cambia”.
Podríamos ser sinceros diciendo:
“¡Soy un incrédulo y desobediente y por eso mi vida no cambia!”
En vez de decir: “¡Mi mayor defecto es ser perfeccionista, detallista o querer hacer todo. La verdad es que soy vulgar, egoísta, envidioso, intolerante, desconfiado y orgulloso!”.
Para qué perder tiempo diciendo: “No
sé por qué engordo. Casi no como”.
Es mejor decir la verdad: “Yo como
mucho de lo que no debo y odio ejercitarme. Soy perezoso, ¡por eso engordo!”.
Y la peor de todas es: “No sé por qué
sufro tanto. Soy una buena persona. No le hago mal a nadie”.
Mientras que la humanidad intenta
esconder lo que realmente es, dando disculpas sin sentido para no reconocer que
el arma del diablo está dentro de nosotros mismos, nunca jamás, conoceremos la
VERDAD. Y nunca seremos verdaderamente libres.
Hablamos de defectos pequeños para no
exponer la gigantesca HIPOCRESÍA que nos condena. Seamos sinceros. ¿Qué es una
herida más expuesta en el cuerpo de un leproso?
CHARLA DIVERTIDA
Armar una camisa en cartulina como la de la imagen
y dentro escribir el versículo de la semana, de manera que se pueda ver cuando
se abran las solapas de la camisa.
En cada caja hay que poner los papelitos con bendiciones de la
obediencia y consecuencias de la desobediencia, cada niño tendrá que
sacar un papelito y colocarlo en el lugar que corresponda.
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