viernes, 4 de octubre de 2013

12° DIA DEL AYUNO DE DANIEL

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Obsesión Macabra
¿De qué vale hablar lenguas extrañas y tener una mala conducta?
Satanás es así: habla todos los idiomas terrenos y extraños, pero continúa matando, robando y destruyendo.

Por otro lado, Jesús, aún siendo ungido con el Espíritu Santo, nunca habló en lenguas extrañas. Por lo menos delante de los hombres.

¡Cuán terrorífica ha sido la preocupación por hablar en lenguas!
Tal sed parece mayor que la sed del bautismo con el Espíritu Santo.

¿Por qué tanta preocupación por hablar en lenguas?

Porque los candidatos quieren ver para creer...
Quieren verse hablando en lenguas para convencerse de que fueron bautizados.
¡Qué pensamiento satánico es ese!

¡Pura señal de duda!

Piensan que las lenguas extrañas garantizan el bautismo.
No saben que no todos los que hablan en lenguas extrañas son bautizados con el Espíritu Santo.

El hecho es:
Ellos no están enfocados en abandonar la vida incorrecta,
Ni en arrepentirse;
Ni en recibir el perdón;
Ni interesados en "casarse" con el Señor Jesús;
¡Ni siquiera en conocerlo!...
Pero, ¡quieren porque quieren hablar en lenguas!
Esa obsesión es el motivo por el cual no fueron sellados, todavía.

Piense conmigo:
¿Cómo Jesús va a bautizar a alguien desinteresado en conocerlo, que solo piensa en hablar en lenguas?

Lo mismo sucede en relación a muchos infelices en el matrimonio;
Querían casarse porque soñaban con el vestido de novia, con los invitados, la fiesta, las fotos, los regalos, la noche de nupcias, etc.

Así también se comportan muchos candidatos al bautismo con el Espíritu Santo o supuestas "novias" de Jesús. Sueñan en hablar en lenguas extrañas.
Mientras estén pensando así, serán frustrados.

Las lenguas extrañas son un don, como es el don de sanidad, de la realización de milagros, de ayuda, de administración, etc. 1 Corintios 12:28-30
A causa de que es un don, no todos los bautizados en el Espíritu Santo hablan en lenguas.

Es lo que el apóstol enseña en 1 Corintios 12:30.
La finalidad del don de lenguas no es confirmar el bautismo en el Espíritu Santo, sino edificarse a sí mismo.
El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica... 1 Corintios 14:4
Por lo tanto, invierta su vida por completo en el matrimonio con el Señor Jesús. ¡No en las lenguas!

Arrepiéntase de sus pecados escondidos, rasgue el alma, haga una limpieza en ella, elimine el orgullo, la vanidad y derrame a Sus pies todo lo que hay dentro de usted...
Cuando termine la limpieza del alma y no haya ni siquiera una basurita más allá adentro, ahí sí, la plenitud del Espíritu Santo tendrá espacio donde vivir.

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