lunes, 18 de febrero de 2013

Para meditar Educadoras

0



Muchas de las educadoras de la EBI piensan que el simple hecho de ellas estar ayudando a cuidar aquellos niños, durante la reunión, ya están haciendo su parte y listo. Entonces, en el día de la clase, ella simplemente: llega, lleva a los niños, cuando mucho lee la historia del Plan de Aula, entrega el dibujo para que pinten, una merienda (cuando hay) y queda deseando que el pastor termine rápido la reunión con el pueblo, para poder entregar los niños a sus padres. 


Pero ser Educadora, como el nombre ya dice: "Educador", es educar, enseñar, instruir al niño al camino de la Salvación. Por eso, quedar con ellos, leer el Plan y darles el dibujo no es lo suficiente para que ellas aprendan, tengan el deseo de aprender cada día más y de tener un encuentro con Dios. Por esa razón, es necesario que la Educadora invierta en su clase, buscando de manera consciente e interesada, enseñar la Palabra de Dios a los niños, de forma que despierte en ellos el deseo de querer saber mucho más. 

Puede que al leer esto, Ud. piense: "Entonces no quiero ser Educadora, pues es muy difícil". En realidad, basta apenas un poco más de interés y dedicación para que Ud. haga un buen trabajo. Hablaremos un poco más sobre este tema al final de esta publicación. Educadora, busque conocer mejor a los niños que frecuentan sus clases; hable con ellos, para poder conocer a cada uno; hable con los papás y procure saber como es la rutina de ellos, para que de esa manera, Ud. pueda orar por los niños y su familia, y también adaptar su clase de acuerdo a la necesidad de ellos. 


La buena Educadora es aquella que sale de la rutina de simplemente hablar y mirar, pero busca entender al niño, como un ser humano, viendo sus necesidades y se adapta para poder ayudarlos de una mejor forma. A partir de este momento Ud. aprenderá a perfeccionar sus clases de forma creativa y práctica, pero nada de lo que está escrito aquí es una regla u obligación. 

0 comentarios:

Publicar un comentario