Referencia Bíblica
Mateo 5:38-42, Lucas 6:27-28
Objetivo de la Lección
Enseñar a los niños que Dios no se agrada de la
venganza por eso debemos siempre perdonar.
Versículo para memorizar
“No seas vengativo; confíe en Dios, el Señor, y Él
hará justicia por usted.” (Proverbios 20:22)
INTRODUCCIÓN
Comience preguntando: ¿qué
es lo que harías si tu compañero rompiese tu juguete preferido? (espere
respuestas). Vengarse, sería lo correcto? Hoy voy a contarles una historia de
un niño que pasó por una situación parecida, veamos si ¿tomó la actitud cierta?
FABIO, EL NIÑO VENGATIVO
Había
una vez un niño muy inteligente, llamado Fabio. Le gustaba mucho ir a la EBI,
pero en la salita no prestaba atención en nada y aún quitaba la atención de sus
otros amiguitos. A Él también le gustaba jugar en el frente de su casa.
Cierto
día la mamá le regaló un autito muy lindo de color verde, quedó tan contento
que fue enseguida a mostrárselo a sus compañeritos. Paulito, uno de ellos quedó
muy triste al ver el autito en sus manos, pues el tenía solo uno medio viejito
que su vecina le había regalado. Pobre Paulito! El sintió envidia del amiguito
porque no conocía a Jesús. Nosotros que conocemos a Jesús nunca tenemos que
tener envidia de los otros.
Un
día, su mamá preparó un almuerzo súper especial e invitó a todos sus amiguitos.
Ellos quedaron muy felices porque iban a comer torta, galletas y gaseosa. Hum!
que delicia…de repente a Fabio se le ocurrió jugar a las carreras de autitos;
les prestó uno de los suyos a todos, menos a Paulito porque había llevado el
suyo. Ellos empezaron la carrera y en la primer partida Paulito quedó enojado
porque su autito llegó último. Muy enojado agarró el auto de Fabio y lo tiró al
piso tan pero tan fuerte que lo destruyó. Par vengarse Fabio agarró el autito
de él y también hizo lo mismo. ¡Ahhh niños! Todo se tornó un lío.
Paulito empezó a llorar
y la madre de Fabio fue a ver qué era lo que estaba pasando. Después de conocer
la situación, ella habló con su hijo y le dijo que había reaccionado de una
forma equivocada, pues el conocía a Jesús y sabia que no podía ser vengativo.
Por otro lado Paulito no conocía a Jesús y por eso no sabía que era correcto.
En el mismo momento Fabio quedó muy avergonzado y decidió pedir perdón. Los dos
se abrazaron y volvieron a quedar felices nuevamente.
CONCLUSIÓN
En aquel día, Fabio aprendió dos grandes lecciones:
él necesitaba prestar más atención en las clases de la EBI, para así aprender
más de la Palabra de Dios y nunca, nunca, vengarse de nadie, pues eso no agrada
a Dios. ¿Entendieron niños?
CHARLA DIVERTIDA
Educadora lleve a la salita un
radio con CD´S de músicas infantiles bien animadas y el cartel de la semana.
Elija dos niños y pídales que
vayan al frente de la sala. Coloque a uno enfrente del otro, después diga para
el resto: vos (uno de ellos) haga varios gestos y vos (el otro niño) debe
imitarlo en todo. Coloque la música y que comience el juego.
Haga lo mismo con
todos los niños. Cuando termine pregúnteles si a ellos les gusta que los estén
imitando todo el tiempo? (espere respuestas) nosotros que conocemos a Jesús,
tenemos que ser diferentes en nuestra manera de actuar. Si alguien pisa nuestro
pie debemos ignorarlo y no devolver lo que me hicieron. Porque si así hacemos
estaremos siendo vengativos.
Miren
lo que nos enseña el versículo de la semana (muéstrelo). Aproveche el momento y
aplique una de las técnicas de memorización que está en el manual “tía en
acción”. Refuerce y dígales que Jesús no se agrada de la venganza. El dice que
oremos y perdonemos a aquellos que nos persiguen. Haga un propósito de oración
con los niños toda la semana para no ser vengativos.
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